El poder del abrazo profundo en la regulación emocional infantil
¿Te ha pasado que tu hijo no encuentra consuelo en medio de una crisis sensorial? ¿Que los estímulos del entorno parecen demasiado y nada parece calmarlo? En esos momentos, el cuerpo pide contención, seguridad, y una pausa. Es aquí donde un cojín sensorial tipo puff puede marcar la diferencia.
Los cojines sensoriales de B_HOME no son simplemente un asiento cómodo: están diseñados para ofrecer presión profunda, una técnica recomendada por terapeutas ocupacionales que ayuda a calmar el sistema nervioso autónomo. Al abrazar el cuerpo, el cojín simula un «abrazo contenido» que promueve la calma, reduce el cortisol (hormona del estrés) y mejora la concentración.
Un refugio en casa
En palabras de Carolina, mamá de Vicente (7 años, diagnóstico TEA):
«Cuando llega del colegio, se lanza directo al cojín. Es su lugar seguro. Se acurruca, respira profundo y recién ahí empieza a contarnos de su día.»
Este tipo de producto permite que el hogar también sea un espacio de regulación, no solo la consulta del terapeuta. En momentos de sobrecarga, el cojín ofrece silencio, suavidad, y límite físico sin rigidez: justo lo que muchos niños neurodivergentes necesitan.
Consejo práctico: ubica el cojín en un rincón tranquilo, con luz tenue y sin estímulos visuales intensos. Puede transformarse en una herramienta fundamental para los momentos de transición o después de una jornada agitada.